Los 4 motivos por los que James Rodríguez no debería continuar en el Rayo Vallecano
El anhelado regreso de James Rodríguez a La Liga de España, parece convertirse, partido a partido, en una pesadilla, dentro de la cual revive sus peores momentos en clubes como el Real Madrid, el Bayern y el propio Sao Paulo, donde una mala relación con el cuerpo técnico lo marginó hasta el punto de terminar el contrato.
La historia parece repetirse de la mano de Iñigo Pérez, un entrenador joven que ha sostenido en cada rueda de prensa el argumento de que él confecciona los equipos de acuerdo a las necesidades de cada partido y el momento de cada jugador.
James Rodríguez no puede perder más tiempo
A sus 33 años, el colombiano no puede darse el lujo de seguir en un club que no le ofrece minutos, en el que no tiene relevancia y en el que cada fecha que se queda viendo desde el banco de suplentes, es una hoja más a un calendario al que cada vez le van quedando menos fechas.
Las ofertas por James cada vez son menos frecuentes
Mientras que su trasegar por los últimos clubes en los que ha actuado parece no terminar, el interés de escuadras importantes en Europa se va enfriando, lo que hace que sus opciones de obtener un contrato que le satisfaga, tanto en lo económico, como en lo futbolístico sean cada vez menores.
James Rodríguez ya ha llegado a Valencia y es el jugador más aclamado de los madrileños donde fue abordado por aficionados donde firmo y se tomo fotos. @jamesdrodriguez pic.twitter.com/lNRjBjyvg0
— James Rodríguez Col (@jamesrodricol10) December 6, 2024
La Selección Colombia necesita a su mejor jugador compitiendo
Mientras que en la Tricolor James es un motor que genera fútbol de altísima calidad, en Rayo Vallecano no tiene relevancia alguna, situación que ha venido viéndose reflejada en las últimas salidas del 10 con Colombia, donde no ha podido entregar su mejor versión.
La dignidad no tiene precio y no es negociable
A pesar del gran esfuerzo que realizó el Rayo Vallecano para fichar a James Rodríguez, una pobrísima gestión por parte de los directivos, sumado al orgullo de un entrenador que no contempla la posibilidad de armar un equipo alrededor del mejor jugador de la pasada Copa América, han relegado a uno de los últimos números 10 del fútbol mundial a ser un jugador más, en un equipo de media tabla.